Laguna de Sinamaica abandonada

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Trafico incontrolado de combustible y negligencia gubernamental son los causantes de los malestares de los más de 7 mil habitantes.
“Ahora estamos comiendo una sola vez al día y para traer comida a la casa, salimos a vender leña, cangreja o yaguasa al pueblo” afirma Judith Pérez una madre de 8 niños quien habita en el sector El Barro, en la Laguna de Sinamaica.
Sus pequeños con sus ojos sollozos pedían que les sirviera el plato del día; pasta, arepa asada y un guisado de pescado, quienes con muchas ansias y con sus sonrisas en el rostros comían, mientras los perros, gatos y patos observaban fijamente. La humilde mujer recibió al equipo de reporteros debajo de su palafito que por la baja marea estaba seco y sus alrededores llenos de barro.
La presencia de las cámaras fotográficas alerto a los vecinos que estaban similarmente cerca solo los separaba un caño de dos metros de ancho, pero los comentarios de la presencia de Versión Final hizo que se acercaran para denunciar la grave situación que viven, por la falta de vivienda, transporte, agua potable quienes al mismo tiempo resaltaron que ya dejaron de pescar porque la contaminación ha disminuido la redada.
El gran espejismo de aguas cristalinas desapareció y junto a ella la pesca también producto de la contaminación que según los mismos habitantes se debe al tráfico incontrolado de pipas cargadas de combustible que transitan día y noche y a ella se une la desmantelacion de caletas y derrames del carburante a las aguas por parte de funcionarios militares.
“Ellos a veces queman las pipas llenas de gasolina en los manglares y las eneas eso nos traen graves consecuencia por el humo y los pescados se mueren” resalto Orlando Muñoz, un pescador que según afirma hace 4 años dejo el oficio por la falta de lanchas con motores para ir a pescar lejos de la laguna “Aquí sacábamos bocachico, bagre, carpeta y mana mana y lo vendíamos en el mercado o en El Mojan pero ahora solo cortamos leña ya ni esteras estamos haciendo porque el agua salada cuando entro y la quema de pipas destruye esas plantaciones que usamos”.
Cambios con lentos resultados
Tras las inundaciones del año 2010, La Laguna quedo devastada y su reconstrucción total se anunció a pocos días de la vaguada, donde por orden del ex presidente Hugo Chávez se construirían 400 viviendas palafiticas y ya pasado seis años solo se pudieron culminar 175 y el resto quedo en pilotes sumergidos en las aguas con sus cabillas oxidadas y sin repuesta para su culminación.
En la Laguna, quienes cuentan con suerte van a clases ya que la falta de transporte impide que los menores puedan asistir a la escuela y muchos se quedan para prepararse a una vida tratando de sobrevivir en medio del charco y los animales, “la mayoría de los que vivimos acá nos leemos, ni escribimos y muchos de nuestros niños van por el mismo camino” añadió Yudith y en nuestro recorrido por los sectores cercanos pudimos ver la gran presencia de niños en sus ranchitos mientras en la escuela se impartía clases y pudimos conocer que el 60 % de la población que habita está conformada por menores.
Esta espacio conocido por ser un atractivo turístico del Zulia es habitado por los indígenas Añu con poca presencia de Wayuu, conformados en 1347 familias distribuidos en casi 50 kilómetros cuadrados, quienes sobreviven actualmente con un bocado de comida a diario y denuncian la fuerte contaminación que viven, que trajo consigo que la faena de pesca caiga significativamente.

Algimiro Montiel

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