En lo que va de agosto, la temperatura medible ha rondado los 37 grados. El promedio histórico es de 34. La merma en los árboles acentúa temperaturas.
En la Maracaibo que recuerda Eugenia Fernández, nacida el 24 de octubre de 1934, la gente dormía sin aire acondicionado, ni ventiladores. En la ciudad que vive ahora, a sus 82 años, el calor puede llegar a desesperarla, como desespera a los casi 4 millones de habitantes de Zulia.
Este 2016 las altas temperaturas han golpeado con fuerza la región zuliana, conocida precisamente como la ‘Tierra del Sol Amada’, pero cuyos picos de calor han sido tales que ni los zulianos acostumbrados a este clima tropical toleran. Agosto suma unos tres grados por encima del promedio histórico de 34 grados reseñado por The Weather Chanel en su portal en español.
La sensación térmica ha rebasado los 50 grados ayudada por cielos transparentes que dejan pasar altos índices de radiación ultravioleta.
“Las tardes eran bonitas, frescas, soplaba. Antes no había este calor. Uno dormía sin aire, sin abanico, y uno se arropaba. Ahora sin aire acondicionado no se duerme. Había primavera, invierno, ‘veranito de San Juan’ que duraba como un mes”, narra Eugenia con la experiencia que le dan ocho décadas de existencia.
El 22 de marzo —recuerda la abuela, la mayor de nueve hermanos— entraba la primavera, mi padre sembraba maíz, yuca; él decía:‘La yuca de primavera si es sabrosa’ y para el otro invierno (lluvias) de octutre volvía a sembrar. A veces llovía tanto que se perdía la siembra, se ‘abombaba’ de tanto llover”.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) señaló que junio fue el catorce mes consecutivo con temperatura récord.
Gavin Schmidt, principal científico climático de la Nasa, señaló que los primeros seis meses del año no solo fueron los más calientes, sino 1,3 grados centígrados más calientes que las dos últimas décadas del siglo XIX.
Schmidt calculó que aproximadamente 40% de la razón por la que 2016 es más caliente que 2015 es El Niño.
A esto se suma la merma de los árboles en la región zuliana, bien sea por efectos de la sequía provocada por El Niño y los incendios forestales, o la tala indiscriminada, tanto en áreas protegidas como la sierra de Perijá y Burro Negro, y la destrucción de árboles en zonas residenciales, expresó el ambientalista y médico ambiental Elio Ríos.
“Creo que la causa principal del incremento en las temperaturas es la cantidad de árboles que ha disminuido. Se cortan árboles sin permiso de las alcaldías, otros se han venido quemando cuando hacen quemas de basura”.
El albedo —porcentaje de radiación solar reflejada en la superficie— es mayor al haber menos árboles.
“Los promedios de estos días van a ser altos por la inclinación del hemisferio norte hacia el sol y por la cantidad de humedad que aumenta la sensación térmica”, sostuvo Ríos. Maracaibo ostenta promedios de humedad entre 60% y 80%.
La zuliana Nelli Fuermayor, nacida el 8 de agosto del 59, recuerda que antes “llovía duro, no como ahora. Cuando venía la tempestad caía granizo, nos daba miedo porque era como piedras en el techo, veías la tierra blanca del granizo que caía”.
Nelli vivía junto a sus padres y sus 10 hermanos llegando a La Paz, cerca del Cerro de Cochino, actual municipio Jesús Enrique Lossada.
“El clima es totalmente diferente ahora. Antes dormíamos en hamacas, dormíamos a veces hasta dos personas en una hamaca y no nos daba calor. Mi abuelo les regaló cobijas a los nietos porque les daba frío en el ‘invierno’. Mi papá sembraba los tablones de yuca, lentejas, nunca le echó un veneno, ni agua, más que la que caía de las lluvias. Lo único que le echaba era pala a la tierra. Había cebolla, cilantro, guayaba, mangos, mamón, ciruelas”.
El “desierto” en el que se ha convertido Maracaibo influye en los índices de calor. Con el antecedente de un 2015 con récord históricos, ya 2016 se encamina a superar estos números por mucho. En Venezuela, agosto es un mes marcado por el paso de ondas tropicales. En el centro del país ha estado lloviendo, pero en Zulia las precipitaciones han sido pocas
