Sequía y desempleo empeoran problemática de desnutrición en La Guajira

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El tema sobre la desnutrición de niños y niñas wayuu en el Departamento Guajira, es más complejo de lo pensado. Los grandes medios de comunicación en Colombia y en el ámbito internacional han ventilado en una simple cuartilla que la cifra de infantes muertos por desnutrición ronda los cinco mil, un número que el Estado colombiano niega considerándola de exagerada, mientras que algunas organizaciones y líderes wayuu aseguran que más bien los muertos pasan más allá de 5 mil niños y niñas.

Desde aquel programa televisivo del reconocido periodista Guillermo Arturo Prieto La Rotta, mejor conocido como Pirry, quien fue uno de los primeros en ventilar  hace casi dos años atrás el tema de menores muertos por desnutrición en la Guajira, el asunto tomó gran notoriedad ante la opinión pública desencadenando un tornado de señalamientos que hasta el momento no ha parado de girar. El Estado culpa a las mismas familias wayuu y asocia la hambruna a factores culturales, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) señala que el problema, además de cultural, está en los operadores que suministran los programas de alimentación que en algunos casos desvían los recursos, mientras que organizaciones, autoridades tradicionales y familias wayuu acusan al gobierno nacional, gobernación y alcaldías de no atender a las comunidades y sólo visitarlas en épocas electorales. Lo que sí es cierto en este asunto es que mientras el círculo vicioso de acusaciones donde todos se tiran la pelota sigue dando vueltas y vueltas, la muerte y el hambruna sigue rondando por las rancherías y caminos de la Guajira.

Para el docente wayuu e investigador uribiero, Isidro Ibarra Ipuana, la muerte de niños y niñas wayuu en la Guajira motivado a la desnutrición está ligado a varios factores que sumados han empeorado el problema. “El primero es el cambio climático, desde hace 4 años no llueve en esta región de la Guajira, por otro lado está el tema de la corrupción, el factor cultural también entra en juego, y lo otro es que hay mucho robo de animales, familias que les ha hurtado hasta sus burros para venderles el cuero”, explicó.

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Asimismo, opina Ibarra que no se manejan cifras o estadísticas exactas de cuántos niños y niñas han fallecido, pero en su criterio podría ser superior a la cantidad que los medios de comunicación manejan. “No hay datos estadísticos que demuestren cuántos niños han muerto hasta la fecha, pero debe ser superior a la cifra que muestran los medios, porque familias wayuu que por razones culturales solo acuden a la medicina tradicional, de pronto el niño se agrava y muere, entonces es una muerte que no se registra”.

En la misma apreciación coincide el abogado wayuu y miembro de la organización “Wayuu Araurayu”, Roberto Fajardo Epieyuu, quien afirma que hay niños que no se poseen registro de nacimiento y como tal no pueden acceder a los programas de alimentación del Estado. “También hay niños que no están ni registrados ni censados, y si no lo están, no pueden entrar a los programas del ICBF, hay muchas muertes sin registrar, no aparecen en ninguna estadística, mujeres que no alcanzan ni siquiera los cuatro meses de embarazo porque al primer o segundo mes de embarazo abortan porque se encuentran en condiciones de desnutrición”.

De igual forma, el líder wayuu agrega que entre los distintos factores catalizadores de la desnutrición, agrega el problema del desempleo y la crisis económica en territorio venezolano. “Es una realidad que en la Guajira, además de todos los factores que se han unido, está la problemática económica en Venezuela, por lo que mucha gente se ha venido de allá a su territorio y otros se han asentado en el casco urbano del municipio de Uribia, eso ha generado problemas de desempleo, y a su vez ese fenómeno acarrea más pobreza”.

“Hay niños que no comen en la semana, porque de pronto la mamá sale con una mochila que vale 20 mil pesos, luego de esa venta hay que comprar el hilo y alimento con la parte de la ganancia, pero si no se logra una venta, no se come. Esta es la realidad de aquí, hay gente que solo trabaja en el día a día, pero si no consigue trabajo no come”, recalcó.

Redacción: Leonel López

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