Más de 380 mil wayuu afrontan la COVID-19 sin agua potable

Sólo el 13% de la población wayuu obtiene agua a través de acueductos o red comunitaria de distribución,  el resto, debe resolverlo con pozos, aguas lluvias y carrotanques.

El Sistema de Monitoreo Territorial que está implementando la Organización Nacional Indígena de Colombia -ONIC-  para evaluar la incidencia y el impacto de la COVID-19 en los territorios indígenas del país, emitió una alerta especial para el pueblo wayuu en La Guajira.

Según la organización, aunque en este departamento solo se ha registrado un caso positivo de COVID-19, es poca la capacidad de respuesta de las familias wayuu para responder a la emergencia sanitaria, teniendo en cuenta que se mantiene el “estado inconstitucional de cosas”.

En ese sentido, indican que “hacemos énfasis especial a la situación del pueblo wayuu, pueblo de sol y  viento, donde 380.460 personas indígenas están enfrentando sin agua potable la emergencia sanitaria; y se están movilizado en La Guajira para exigir atención a la crisis humanitaria y falta de agua”.

Según la ONIC solo el 13% de la población wayuu obtiene agua de un acueducto o red de distribución, entre tanto el 87% restante debe resolver la necesidad a través de pozos, jagüeyes, aguas lluvias (que es escasa por la sequía), ríos o quebradas, carrotanques, entre otras.

Indican que organizaciones wayuu han solicitado al Gobierno Nacional y locales que se tomen algunas acciones para que la comunidad pueda cumplir con las medidas de aislamiento y reducir el impacto negativo que éstas generan, sin embargo hasta la fecha no hay respuestas satisfactorias.

“Han solicitado carros cisternas que distribuyan agua de manera permanente a las comunidades que no tienen acceso; entrega de mercados a las familias en riesgo; adecuación de puntos de salud para atender a eventuales pacientes con COVID-19 o a quienes estén padeciendo de infección respiratoria aguda (IRA); salvaguardas económicas a quienes no reciben ingresos como consecuencia de las medidas; entrega de combustible para que puedan seguir en funcionamiento las planta eléctricas para el suministro de agua y la plantas desalinizadoras”.

Según la ONIC, por la no atención de estas peticiones, algunas comunidades tomaron la decisión de salir a las vías, instalar peajes o cordones humanos para hacerse sentir y la respuesta del gobierno fue enviar a la Fuerza Pública. “La Fuerza Pública llegó más rápido que los médicos” indica.

Finalmente indica que, aunque varias organizaciones indígenas están gestionando recursos propios, es necesario que el Gobierno Nacional atienda estas necesidades, y evite que siga incrementando la crisis de las más de tres mil familias wayuu que están en condición de riesgo.

via: El heraldo.

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