Esther González Ja’yaliyuu emprendedora en el arte del tejido wayuu

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Discurrir con sutileza o proceder con sumo cuidado y exactitud en el arte del tejido, es el producto del esfuerzo, un trabajo hecho con sello wayuu.

Esther González Ja’yaliyuu, oriunda de Ishastü’ü, comunidad equidistante al noreste de Nazareth en la Alta Guajira, es una trabajadora incansable, se ha dedicado a trabajar con el hilo desde su adolescencia, en el momento en que la joven entró en la etapa de la purificación de niña a mujer (encierro), espacio donde fue instruida en todo tipo de tejido, entre otros aprendizajes en el rol de la mujer, “desde los 15 años comencé a experimentar el arte del tejido con habilidad y mucha destreza, gracias a las enseñanzas de mis tías y abuelas”.

“Mi madre, Ana Flor González Ja’yaliyuu, es una experimentada tejedora en el arte wayuu, ella fue mi instructora de ella aprendí a tejer el chinchorro en toda la diversidad de tejidos: A’anaa Süi o Süi A’anüüshi; Süi Kayülainsü (Chinchorro de tejido normal); Süi Patü’wasü (Chinchorro de doble tejido o de doble cara); Jama’a (Chinchorro Paleteado) se teje con el apoyo de una pequeña madera que la llaman “A’tia”, herramienta que permite ajustar el hilo al golpear suavemente y adecuadamente; Sui Ke’iyasü (chinchorro de cadeneta), entre otros tejidos tales como el tejer la Kapateera, del utensilio del hombre a diferencia de la Süsü de la mujer, cada uno de estos, trabajado desde entonces hasta ahora”.

“Las técnicas del arte de tejer, se conoce y se aprende en la medida que lo experimentamos,  lo que se hace, se debe hacer bien, para el gusto de nuestros clientes, y no salgo a vender a la calle, aquí mismo me llegar a comprar los clientes y ellos lo manda hacer y se les hace a su gusto” dijo Esther González Ja’yaliyuu.

“Las combinaciones del hilo en sus diferentes coloridos determina la apreciación que pueda tener el cliente, además de la formas, figuras y como algo nuevo, que algunas personas mandan a poner sus nombres, o figuras a su gusto, esto es ya innovación, pero lo hago. El emprendimiento en el tejido y arte wayuu, me permite afianzar mis metas y logros de vida como wayuu que soy, si dejo de tejer, es como si faltara algo en mí, como wayuu y tejedora, seguiré trabajando en lo que es nuestro, y de esta manera estaría aportando a la consolidación de mi cultura” finalizó Esther González Ja’yaliyuu.

Redacción: Manuel Román Fernández

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