Helloooo

estercilia

El pasado primero de marzo de  2016, la defensora del Pueblo del Atlántico prendió las alarmas sobre 16 niños que presentaban condiciones de desnutrición, vómitos y problemas digestivos en el corregimiento de Pita, en Repelón, sur del departamento, La búsqueda de los niños con desnutrición en el Atlántico se amplió a otras poblaciones como Santa Lucia, Luruaco y Sabanalarga, mientras que el señor Verano de la Rosa acompañaba a la gobernadora de La Guajira en su tarea infructuosa de ir en helicóptero hasta la Flor de La Guajira y encontrarse con más territorio que Estado.

Me asaltaba la duda de que se atrevieran a realizar una cumbre de gobernadores aquí en La Guajira, por supuesto aquí en Riohacha y en un paseo a una ranchería cercana pusieran a bailar a los niños Wayuu la Yonna, como lo han hecho una y otra vez con el presidente Santos y con cuanto ministro regateador de mochila ha venido  y de remate pudieran ver todos los gobernadores de la región Caribe los atardeceres de las Ursulas centenarias y las Cándidas Eréndiras.

En fin, Eduardo Verano de la Rosa, el mismo que traería un tren que atravesaría toda la región Caribe si nos independizábamos como región, como vino se fue, los más de 41 grados a cielo abierto y donde no hay un sola gota de agua lo hicieron postergar su regreso a La Guajira. Yo desde mi ventana marroncita que es mi facebook comentaba en su página: «Pero si en el Atlántico también hay miseria»… Con los días supe que Verano me bloqueó.

Antes de cumplirse tres meses de la alarma de la defensoría del pueblo del Atlántico, la despampanante Aida Merlano viene a sesionar informalmente en Albania (La Guajira) y compara la cifra de los niños Wayuu muertos con las cifras de niños muertos en Ruanda (África). Noté lo improvisado de su discurso y el «Si pero No» o el «Así como digo una cosa digo otra» y la entendí, ya que 16 días después que la defensoría se alarmara, Aida Merlano se hacía una hermosa trenza cuando debatían sobre la «Comunidad del anillo», en plena sesión de la Cámara, apenas natural en ella que es una delfín adoptada de la casa Gerlein… Helloooo!!! Alguien puede decirles a Aida Merlano y a Eduardo Verano que en el Atlántico también se están muriendo de hambre y que no es más que comparar sus cifrar con las nuestras.

Aida Merlano, buscó la simpatía de los guajiros, Pueblo más proclive a que a creer las mentiras y a aplaudir por aplaudir sin saber a quién le están haciendo el favor. Ay niña, pidió ella que Santos le devolviera las regalías a La Guajira cuando muchas obras del Atlántico se han logrado gracias al dinero de nuestros recursos naturales, mejor dicho, ellos han podido hacer lo que nosotros no pudimos. ¿Así son ustedes de inocentes que le creyeron la falsedad de su discurso? Sobre todo si se trataba de una «sesión informal» asistimos todos a un conversatorio donde la voz y el pensamiento más lúcido fue el de Adelaida Vangrieken.

No hubo un sólo ministro y a Cristina Plazas como de costumbre no la dejaron hablar. Para ella mejor, se ahorró un informe que ella misma sabe que no va a poder cumplir. Esta es una sociedad tan compleja y tan dispersa que todo esfuerzo resultará inútil.

Toda la «sesión informal» se concentró en el arroyo Bruno, los que antes asistieron a la socialización de un «proyecto transcendental» para La Guajira ayer dieron un rotundo No al desvío del arroyo Bruno, una posición que debió ser natural hoy parece una camisa de fuerza que en cualquier momento y convenientemente se puede desatar.

Particularmente yo que asistí, sentí que también era una actriz más del canal institucional. Fueron  8 horas que incluyen las del trayecto ida y vuelta más la sesión que jamás voy a recuperar.

Redacción:  Estercilia Simanca Pushaina

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