Estado colombiano desconoce magnitud de desnutrición en La Guajira

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A pesar que a finales del 2015 se realizaron dos microfocalizaciones para diagnosticar el número de infantes wayuu en condiciones de desnutrición en el Departamento de La Guajira, una en manos de la Gobernación, y otra por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); el Estado colombiano y la colectividad desconoce la cifra exacta de niños afectados por la morbilidad, y cuántos han muerto por desnutrición.

Hablar de casi 5 mil niños, como lo sensacionalizan algunos medios de comunicación, o de un poco menos al centenar, como lo ha referido el Gobierno colombiano, empieza a generar matices poco creíbles del tema, considerando que existe desinformación y desarticulación dentro las instituciones estatales en el Departamento, lo cual deriva al manejo impreciso de información, y al mismo tiempo, la agudización del problema de desnutrición.

Así lo evidenció Ylva Hoyos, procuradora delegada para la Defensa de la Infancia y Adolescencia de Colombia, quien explicó que la Contraloría General de la República solicitó el año pasado informe de gestión del gobernador en gestión y a los 15 alcaldes de la entidad, obteniendo poca información en ese sentido, “en el caso del Departamento de la Guajira, todos los municipios nos dieron información de gestión, pero la información no era del todo veraz, real, ni tampoco completa”.

La Procuraduría solicitó a los regentes municipales información del número de familias indígenas y población aborigen en edades comprendidas entre 0 a 5 años, 6 a 11, 12 a 17, y 18 a 28. Según Hoyos, “excepto Dibulla” las demás entidades territoriales no entregaron lo solicitado, “esto es preocupante, porque la falta de información tanto a nivel nacional, departamental y municipal, agudizan el problema, porque no hay fuentes de información que permitan conocer cuál es la realidad de los municipios del departamento”.

El desconocimiento

La funcionaria fue tajante al referir que existe una dispersión institucional debido a las diferencias de datos manejados por los entes del Estado, “la señora gobernadora nos informó que la proyección poblacional DANE para el Departamento es de 970 mil habitantes, pero nos planteó que con base en las microfocalizaciones que se han realizado, hay más de 200 mil habitantes que no están incluidos en esas proyecciones, es decir, significaría la quinta parte de la población que el Estado no conoce, no sabe dónde está, no registra”.

Agregó que “la mitad de la población microfocalizada es menor de 18 años, el 46 por ciento no habla español, del 10 al 15 por ciento no tiene registro civil, por lo tanto, el Estado colombiano, (…) no sabe la magnitud del problema que está viviendo la Guajira”.

El llamado

Fue contundente al insistir en la necesidad de un censo real “difícilmente puede haber una buena planeación si sabemos de entrada que hay un desfase de más de la quinta parte de la población en La Guajira”. Alertó que, además de la infancia, existen otros ciclos vitales afectados por la desnutrición como la juventud, madres lactantes y adulto mayor.

Precisamente parte de lo anterior coincide con lo manifestado por Nayla Sierra,  secretaria municipal de Salud de Uribia, quién explicó que el municipio no cuenta con estadísticas claras hasta el momento, “la información con la que contamos parte de la microfocalización realizada por el ICBF, que al cierre del 31 de diciembre de 2015 diagnosticó 567 niños y niñas en riesgo de desnutrición, pero el problema está en la ese estudio no cubrió la totalidad de Uribia. Por tanto, no tenemos una base sólida de la población en total”.

En tal sentido, reconoció que en base al censo realizado hace algunos años por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), bajo sus proyecciones es que se formulan y ejecutan todas las políticas y programas del Estado.

Políticas erradas

Isidro Ibarra Ipuana, docente investigador, oriundo de Uribia, detalló el desconocimiento de las cifras de niños que han muerto por desnutrición en La Guajira por falta de estadísticas reales, “no hay un censo estadístico real de cuántos niños son atendidos en este momento, ni de cuántos niños han muerto en Uribia. Las IPS, las EPS y los hospitales, cada una trabajando por su lado como pueden. No hay un trabajo mancomunado para enfrentar la crisis que estamos pasando, no hay articulación”. Enfatizó de igual forma el déficit de la metodología del Estado, “La Gobernación maneja un dato, el DANE maneja otro, el Gobierno Nacional posee un dato diferente, el ICBF otra estadística”.

Ibarra sostiene que la problemática nutricional obedece la suma de varios factores como: el cambio climático, desempleo, abigeato, Estado-dependencia de los wayuu, cierre de frontera, entre otros; pero agregó un nuevo factor: que desde el Palacio de Nariño se  decidió llevarse las regalías, por concepto del carbón, sin prever el impacto, “antes no se veía tanto el problema de desnutrición, empeora  al momento en que se perdieron las regalías. Uribia no es productor de carbón, pero tenemos la zona de embarque Puerto Bolívar, el Gobierno Nacional decide que los municipios productores no reciban los recursos directamente, sino repartirlas a todos los municipios del Departamento a través de un sistema de participación. Lógicamente la falta de esos recursos conlleva a agudizar el problema, porque anteriormente las regalías eran, en específico, para salud, educación y saneamiento básico, al llevarse esos recursos debilitaron esas áreas de atención”.

La crítica

Por su parte, Roberto Fajardo Epieyuu, abogado wayuu y miembro de la organización Wayuu Araurayuu, fue firme al manifestar que hay muchos niños wayuu que no están ni registrados ni censados, “y si no lo están, no pueden entrar a los programas de alimentación, hay muchas muertes sin registrar, no aparecen en ninguna estadística, mujeres que no alcanzan ni siquiera los cuatro meses de embarazo porque al primer o segundo mes de embarazo, abortan porque se encuentran en condiciones de desnutrición, existen muchos wayuu con problemas de tuberculosis”.

Mostró preocupación por el alcoholismo desatado en la zona, “hay mucho alcoholismo entre los wayuu, y ese es un factor que ayuda a que crezca el problema de la desnutrición, porque si es un padre irresponsable que no lleva a su casa el pan de cada día, que puede comer un pelao, ¡nada! Hasta dos días sin comer, debe salir a mendigar al pueblo, a pedir en Maicao, en Riohacha”.

Fajardo denunció que la corrupción ha contribuido con la crisis, “el recurso que el gobierno gira, unos 17 mil millones de pesos anuales, nunca se ha invertido en una obra macro porque hay mucha división al interior de toda la dirigencia indígena en Uribia. Hay muchos intereses creado, ese dinero no se ve por ningún lado, plata que manejan también por autoridades tradicionales y representantes legales. Pero entonces puedes ver gente que todos los años comprando `burbujas´, arreglando sus casas. Ese dinero se vuelve un recurso familiar”.

“Para nosotros es muy vergonzoso que nos estén publicando por la televisión, somos los peores del departamento de la Guajira, que estén diciendo los wayuu son muertos de hambre, si en verdad quiere ayudar al pueblo generen empleos, en estos momentos no hay fuentes de empleo”. Catalina González Ipuana

Lider wayuu del corregimiento de Siapana

“En mi comunidad han ocurrido muertes de niños por desnutrición, a mediados de diciembre se llevaron un niño desde mi ranchería hasta el hospital de Uribia, y de allí fue remitido hasta Riohacha donde finalmente murió, al parecer tenía problemas de bronquitis y desnutrición”.

Dámasa Vanegas Jusayú

Comunidad de Sarrut, corregimiento Jonjoncito

“Anusa tu jamuka alatsü wama wanepia, shimuin alatsü jamú wayuu yapuna ya. Eesu wane asülüjunüsü, katsa shia irrai ekey apuinakai amuin, irrai ekey nojoi asulujunuin musú. Alusa atunshi na aluataka sunain achuntuin voto, apünüsü wane ekutchon sunain wane kay ne”.

Horacio Pushaina

Comunidad Camino Verde

 

“Hay muchos niños que han muerto por hambre en nuestra ranchería, hace poco murieron dos por la desnutrición, ya el recurso de las regalías hace mucho que no llega y la comida es muy cara, hay quienes les dan algún beneficio, y a otros no se les da nada”.

Ana Pushaina

Comunidad Liichon

55% de la población está debajo de la línea de pobreza

Existe 25.7% de pobreza extrema

La población microfocalizada es menor de 18 años, el 46% no habla español y del 10 al 15% no tiene registro civil

Fuente: PNG /DANE

Leonel López

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