Hombres armados vestidos de civil atacaron a indígenas con el respaldo de la policía de Colombia. Indígenas denuncian que se trata de un ataque paramilitar de policías vestidos de civiles.
“No hubo enfrentamiento a bala, se presentó un ataque a la minga con disparos a mansalva por hombres protegidos por la policía nacional”.
Con esta contundencia el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) condenó el ataque que sufrió la Minga Indígena el 9 de mayo en Colombia y que dejó 10 heridos.
La acusación indígena es directa: se trata de una respuesta paramiltar de agentes policiales disfrazados de civil que se infiltraron en las protestas para atacar a los manifestantes.
En respuesta, el CRIC ha solicitado la intervención urgente de los organismos internacionales de derechos humanos a fin de salvaguardar la vida de los miembros de la Minga Indígena.
Condenable ataque
El ataque contra la Minga Indígena, Social y Popular —una movilización indígena impulsada por el CRIC en solidaridad con las protestas en Colombia— se registró en el departamento del Valle del Cauca.
Todo empezó cuando un grupo de civiles vestidos de blanco impidió el paso de una delegación de la minga que se desplazaba por la vía Cali-Jumandí para reforzar el paro nacional.
“Luego de recibir ofensas racistas […] a las 2:20 de la tarde se registró el inicio del ataque con armas de fuego, ataque que perpetraron policías y civiles armados”, reportó la OPIAC.
La Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombia (OPIAC) dio cuenta de 10 indígenas heridos tras el ataque, una de ellos de gravedad.
En imágenes difundidas en redes sociales, se observa cómo la policía resguarda a los civiles vestidos de blanco, mientras estos disparan contra los integrantes de la minga.
Rechazan vandalismo
Tras los hechos violentos, la Policía Metropolitana de Cali no tuvo reparos en acusar a los indígenas de saqueos, vandalismo e “incitar al terrorismo”.
Por su parte, algunos medios de comunicación locales, como Caracol, señalaron que todo se trataba de una “confusa situación” de “enfrentamientos entre indígenas y comunidad”.
En respuesta a estas acusaciones, el CRIC emitió un pronunciamiento rechazando el vandalismo y aclarando que no se trató de un enfrentamiento, sino de un ataque directo a la minga.
“No hubo enfrentamiento a bala, se presentó un ataque a la minga con disparos a mansalva por hombres protegidos por la policía nacional”, señaló el CRIC.
La organización también precisó que este ataque es una muestra del “trabajo conjunto” que por décadas se ha dado “entre gobiernos nacionales y paramilitarismo”.
Asimismo, alertó que la acusación de vandalismo “puede ser el precedente de una masacre contra el CRIC y contra el paro nacional” que vive Colombia desde el 28 de abril.
Piden ayuda internacional
Frente a esta situación, el CRIC solicitó la intervención urgente de los organismos internacionales de derechos humanos a fin de “salvaguardar la vida e integridad física de la Minga”.
“En estos momentos, la Universidad del Valle (lugar donde se concentra la Minga Indígena) está siendo sitiada por la Fuerza Pública”, escribieron la mañana de este lunes 10 de mayo.
También reportaron que se ha declarado el cierre de las fronteras del departamento del Valle del Cauca, impidiendo la salida y entrada de manifestantes.
La organización indígena ha pedido, además, que se conforme un mecanismo de nivel internacional que permita esclarecer los hechos y violaciones de derechos humanos.
A este pedido se ha sumado la OPIAC, que exhortó a las autoridades colombianas cesar la violencia e investigar a los responsables del ataque registrado el domingo 9.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por el ataque contra la Minga Indígena e instó al Estado de Colombia a investigar los hechos.
En un mensaje publicado a través de su cuenta de Twitter, pidió que las autoridades esclarezcan “la posible participación de agentes estatales” y sancionen a los responsables.
Además, pidió a las autoridades proteger la vida e integridad de las personas indígenas, considerando “el grave impacto colectivo que estos ataques tienen sobre los propios pueblos y comunidades indígenas”.
Por: Servindi
