Primer pemón que correrá el maratón CAF: “Yo no paro, tengo que trotar siempre”

Foto de Gustavo Alemán.

Yurni Lezama, de 22 años, competirá en los 42 kilómetros caraqueños. Esta es la primera vez que participa en un evento clasificatorio para el ciclo olímpico, pero ha ganado dos ultramaratones de 80 y 85 kilómetros en la Gran Sabana

Foto de Gustavo Alemán.

Foto de Gustavo Alemán.

A sus 22 años, Yurni Lezama tiene el reto de ser el primer pemón, miembro de la etnia taurepán que habita un caserío en la zona sureste del estado Bolívar, en participar en el maratón CAF que se realizará este domingo 26 de marzo en Caracas. El joven visita por primera vez la capital para debutar en su primera carrera de asfalto. El caso de este indígena es inédito: no tiene registros de ninguna de las carreras que son requisito para inscribirse en la única competencia de 42 kilómetros que anualmente se corre en el país, pero el haber sido ganador absoluto en dos ultramaratones TannoTüy de 80 y 85 kilómetros en la Gran Sabana le abren las puertas al evento, con el cual puede comenzar un ciclo olímpico que lo lleve del Roraima a Tokio.

Lezama, quien se gana el sustento transportando hasta 30 kilos de equipaje de los excursionistas que suben al monte Roraima —un oficio que en su etnia se denomina “porteador”— cumplirá su sueño de recorrer cuatro municipios de Caracas gracias a la iniciativa de la empresa Trapiche Films y de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que patrocina el evento cada año desde 2011.

En entrevista exclusiva con El Pitazo, Yurni Lezama explicó que, aunque ha ganado los dos ultramaratones en la Gran Sabana, ediciones 2015 y 2016 con récords por encima del promedio, nunca ha entrenado con reloj para medir sus tiempos, pues él corre por sensaciones y escuchando su cuerpo. Todos los días se levanta a las 4 de la mañana para correr una ruta de tierra de 7 kilómetros.

La participación del joven pemón en el maratón CAF promete. Quienes lo conocen saben que es un atleta de alta competencia innato. Es capaz de llegar de una excursión por el Roraima y volver a hacerla con otro grupo. A diferencia de la mayoría de los corredores que consumirán geles y suplementos deportivos durante la competencia de este domingo, Lezama apostará por sus alimentos que le han permitido ser ganador absoluto: patilla, cambur y agua.

A Yurni le brillan los ojos cuando recuerda que será uno de los corredores, que por su condición saldrá en el corral de los élites, un grupo de competidores que iniciará la carrera a la vanguardia del resto. Sonríe cuando relata que le donaron unos zapatos para correr, que en su visita a Caracas le sacaron por primera vez la sangre, o que también irá por primera vez al cine y que subirá el Ávila en teleférico. Pero tampoco es de hierro: como todo deportista de alta competencia también siente ansiedad y expectativa antes de hacer 42 kilómetros. Además está consciente de que su primer maratón será en asfalto, un terreno distinto a los de sus entrenamientos que son en arena y montaña.

El joven asegura que él va a correr rápido CAF, lo que en el idioma taurepán, de la etnia pemona se pronuncia: “Yekatumü areporo”.

—¿Qué te motivó a correr el maratón CAF?

—Un amigo de Caracas siempre me decía que me quería inscribir. Para ese entonces yo tenía 18 años y no tenía nada que decir, pero después mi primo me dijo que participáramos y me animé. Luego vi unos grupos que iban bajando del Roraima, yo también iba llegando. Cuando vi que un hombre tenía una gorra del maratón de 42 kilómetros de la CAF, le pregunté qué tenía que hacer para correr esa carrera y él me dijo que iba a averiguar y me iba a avisar.

—Siempre corres en tierra y montaña y no conoces la ruta de CAF, ¿cuál será tu fortaleza en esta competencia?

—Voy a intentar ganar. Pero si no gano, no importa. Aunque a mí siempre me gusta ganar. (Risas) Sé que el asfalto es otra cosa. No tengo idea de cuáles serán mis tiempos. A mí me gusta correr nada más y cuando he corrido en el asfalto, me he sentido bien con él. A veces nos reunimos unos cinco primos y hacemos una ruta de 15 kilómetros en la comunidad guaraní de San Francisco.

— Hay corredores que entrenan con reloj para medir sus tiempos, ¿cómo te guías tú?

—Yo no utilizo reloj, corro por sensaciones de mi cuerpo.

— Cada atleta tiene una estrategia en las competencias. Algunos comen geles, bocadillos o galletas en la ruta, ¿qué comes tú?

—Como frutas. Me va bien con la patilla, cambur, agua y Gatorade. Nunca he comido geles, pero sí bocadillos de una fruta seca, de manzana o de guayaba, no recuerdo (…) Cuando subo el Roraima me llevo casabe y picante para comer en la ruta.

— ¿Cómo te alimentas antes de un ultramaratón?

—Como pasta a la boloña. Eso es lo que como y me cae bien. (Risas) También tomo mucha agua. No sé cuánto, pero tomo siempre.

— ¿Qué desayunas antes de una competencia?

—Salgo como a las 12 de la madrugada de mi casa, entonces como pasta y me sirve para la carrera. Si como muy pesado, me cae mal.

— Para correr el maratón CAF tienes que llegar a las 4:30 de la mañana, ¿qué piensas comer?

—Será fruta y eso…

—¿Cuándo descansas?, ¿en qué momento bajas la intensidad del entrenamiento?

—Yo no paro. Tengo que trotar siempre. Todos los días corro 7 kilómetros a las 4 de la mañana en una ruta de tierra que hay por mi casa. Un primo mío que tiene reloj corre conmigo y siempre me dice en cuánto tiempo lo hacemos, pero siempre se me olvida. Correr es bueno para mí. Me gusta mucho la carrera. Antes no sabía de eso porque no estaba interesado, pero cuando corrí me sentí bien.

—¿Qué sientes cuando ganas?

—Me emociono. Me gusta ganar. Siempre me gusta es ganar. No me gusta perder (risas).

—¿Estás emocionado?, ¿nervioso?

—Sí. Ayer (miércoles) en la noche yo estaba preocupado. Pensaba en la carrera, en la comida, en todo.

—¿Cómo haces para controlar los nervios?

—Nada. Tengo que correr y concentrarme (risas).

La participación de Yurni Lezama en el maratón CAF quedará registrada en el documental “El viaje de Yurni”, que será grabado por Javier Melero y Gustavo Alemán, de la casa productora Trapiche Films. Parte de esta aventura ya está reseñada en la cuenta de Instagram @ElViajedeYurny.

Por Angélica Lugo

Cortesía: El Pitazo

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