Autoridades en La Guajira investigan los móviles del atentado contra una joven pareja de excombatientes de las Farc, pertenecientes a la etnia wayuu en el que murió su bebé, de siete meses de nacido. Los padres del menor permanecen hospitalizados en Maicao.
Según versiones de los familiares, el pequeño Samuel David habría sido uno de los bebés que nació en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación Tierra Grata, en Cesar.
La pareja de excombatientes habría viajado hasta La Guajira hacia una ranchería ubicada en la vereda Montelara, al sur occidente de Maicao, para visitar a sus familiares, pero fueron sorprendidos la madrugada del domingo por hombres fuertemente armados que dispararon en varias ocasiones contra la pareja, impactando al pequeño, quien falleció de manera instantánea.
Los padres heridos se trasladaron con el cuerpo del bebé en sus brazos hasta la estación de policía de Maicao, desde donde fueron llevados hasta el hospital de la municipalidad.
Rcn Radio pudo conocer que Sandra Pushaina, madre del menor, habría recibido un impacto con arma de fuego en una de sus piernas, mientras que su compañero permanente, Carlos Enrique González, presentaba tres heridas de arma de fuego, una en el abdomen, en la cadera y otra en una de sus piernas.
Al conocerse los hechos, el representante a la Cámara por el partido de las Farc, Benedicto González, rechazó el hecho y publicó en redes sociales que la mujer había sido “atendida satisfactoriamente” en la clínica y que Carlos González estaba por fuera de peligro, tras la operación en la que le habrían sido retirados tres proyectiles en su cuerpo.
Por su parte, el comandante encargado de Policía en el departamento de La Guajira, el coronel Wilford Méndez, indicó que los excombatientes fueron auxiliados por efectivos de la institución y llevados a un centro asistencia. «Se conocieron los hechos por voz de los afectados ya que la ranchería donde se presentó el atentado es territorio venezolano», dijo Méndez, quien lamentó los hechos donde falleció en menor.
La zona conocida como ‘Monte Lara’ tiene territorio en Colombia y Venezuela que es habitada por comunidades wayuu y sus alrededores han sido escenario de confrontaciones entre diferentes grupos que están al margen de la ley, que que se mueven alrededor del contrabando de combustibles y víveres provienen del vecino país.
