Aguas negras inundan a Maicao

 

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Una lluvia de críticas le viene cayendo desde hace varias semanas a la empresa operadora del Agua y Alcantarillado de este municipio fronterizo, Aguas de la Península, debido a la delicada situación que viven varios sectores no solo del centro sino del área periférica, por un descomunal número de manjoles saturados lo cual tiene con dolor de cabeza a más de un habitante de esta población.

Los afectados dicen que ya no soportan más por ejemplo, que cada vez que llueve o hace solo un sereno, el sistema del alcantarillado se satura de tal manera que los malos olores permanecen durante varios días.
“Uno no tiene paz, no tiene vida tranquila, ni dentro ni fuera de la casa” dijo angustiado Jorge Luis Caldera, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del Barrio Alfonso López, quien relató que la situación es insostenible, ya que los manjoles del sector, muy cercano a la planta que realiza el proceso de las aguas residuales del municipio, están en condiciones críticas.

“Estamos cansados porque siempre nos engañan, nos dicen que muy pronto les harán mantenimiento y nunca llegan, los niños se sienten muy mal, lo mismo los adultos, el perjuicio es para todos”, aseveró angustiado.

El vocero comunal dijo que esas aguas negras corren por toda la comuna y terminan afectando también entre otros sectores a los barrios Fuminaya y Luisa Pérez, las calles 21, 22, 23 y 24, las cuales se han convertido en unos ríos de aguas negras que producen malos olores y en consecuencia una insana convivencia para los moradores de esas zonas.

Asegura de otro lado, que cada vez que esas aguas se secan, queda un lodo negro que al convertirse en polvillo afecta la salud, pues los habitantes de los sectores contaminados tienden a sufrir de problemas en la garganta.

“Con el tiempo vamos a quedar ciegos y a sufrir de los pulmones, porque esta situación sanitaria es insoportable” dijo molesta una señora que habita en uno de los sectores afectados por las aguas negras.

A esta grave situación ocasionada por el rebosamiento de los manjoles y la presencia de las aguas negras en las vías públicas, se agrega que muchos niños para asistir a las instituciones educativas que están en el sector, pasan sobre esos ríos e aguas sucias y muchas veces con materia fecal, llevando hasta sus escuelas los malos olores en sus calzados.

Otro usuario de Aguas de la Península, operador encargado del agua y el alcantarillado, dijo que la situación es mucho más seria de lo que los señores de la empresa se pueda imaginar, ya que los niños presentan dificultades de salud debido a las rasquiñas que sienten en sus pies y piernas, lo que se manifiesta en una total desconcentración en sus actividades escolares.

“Nosotros no tenemos motos, ni vehículos para llevar los niños al colegio, pero ellos merecen caminar por unas calles dignas para poder ir al colegio”, manifestó preocupada una madre de familia que tiene tres niños en un colegio cercano al sector contaminado.

La situación es una gravedad impresionante sobre todo para los barrios periféricos, pero en el centro se vive una circunstancia similar ya que el rebosamiento en hoteles y otros negocios han sido denunciados pero hasta el momento la empresa no ha hecho nada para buscarle una solución, a pesar de la urgencia con la que los afectados han solicitado una intervención del operador.

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