Colombia: Urge desminado humanitario luego que niño embera perdiera pierna

La demanda de desminado crece luego de que un niño del pueblo Embera Eyábida perdiera la pierda izquierda luego de pisar una mina antipersona en Antioquia, Colombia.

La Organización Indígena de Antioquia (OIA) reiteró su pedido de un «desminado humanitario» para evitar que el Ejército Nacional intervenga y su presencia aumente el riesgo de conflicto.

Amelicia Santacruz, consejera mayor de la OIA denunció que la mina que el 28 de febrero destrozó la pierna de Plinio Dogarí Majoré habría sido colocada por el autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el Resguardo Río Murindó.

«Si los militares entran es mucho más peligroso y se pueden presentar combates, que se traducirían en masacres, muertes y desplazamientos. Los actores ilegales no respetan las vidas» dijo Santa Cruz.

Confinamiento inadmisible

Una parte de las comunidades indígenas que se sitúan entre el departamento de Antioquia y Chocó se encuentran confinados hace varias semanas por los múltiples enfrentamientos entre paramilitares y guerrillas.

Luego del Acuerdo de Paz, grupos paramilitares ocuparon el territorio donde se encontraban, anteriormente, la guerrilla de las FARC.

Actualmente hay enfrentamientos entre el Clan del Golfo y el ELN, en los municipios de Murindó, Dabeiba, Frontino, Ituango y el Bajo Cauca antioqueño.

En el occidente antioqueño el ELN anunció la instalación de minas por medio de audios enviados por Whatsapp y planfletos.

Según cifras oficiales, el departamento de Antioquia es el más golpeado por los campos minados. Entre 1990 y principios de 2019, hubo 11.718 víctimas por minas antipersonales en el país, de las cuales 2.550 fueron de Antioquia, según Descontamina Colombia.

En una entrevista concedida por Amelicoia Santacruz, para el diario El Espectador, habló sobre los miedos de que tiene su comunidad frente la explosión de las minas en las zonas rurales.

“Las comunidades no pueden hacer casi nada. No pueden hacer sus asambleuas, están cerradas. Esta situación comenzó desde hace dos años, pero a finales de 2020 se agudizó más el problema. La vida es muy difícil en estos momentos”, dijo Santacruz

Sobre el apoyo que han brindado las autoridades, Santacruz informó que esta ha sido nula.

Por último, Santacruz dijo al medio capitalino que la organización busca es “decirles a la opinión pública, a los gobiernos nacional y departamental que es muy triste que en estos momentos las comunidades indígenas vivan con tanto miedo en sus propias casas».

«Nosotros somos pueblos indígenas de paz. Nuestra arma es el bastón de la guardia y la palabra para el diálogo. Es momento de que miremos y paremos esta guerra».

«A los grupos armados les decimos que no somos parte de ningún lado. Solo defendemos los ríos, la tierra y los sitios sagrados. Esto no puede quedar solo en comunicados y las vidas perdidas convertidas en cifras” concluyó la consejera de la OIA.

Por: Servindi

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

scroll to top