Los puntos centrales del II Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres Indígenas, que inició el 2 de octubre en el municipio de Santander de Quilichao, fueron: la experiencia y quehacer de las mujeres indígenas como defensoras y cuidadoras; el contexto en el cual llevan a cabo su lucha; y las estrategias para exigir la protección y seguridad de la vida.
La mayora Blanca Andrade, hizo un llamado a mantenerse en pie de lucha y seguir defendiendo los derechos humanos. “Nos toca que poner fuerza, seguir el camino los que estamos vivos. Y si nos matan no hay que tener miedo, porque la muerte es algo que espiritualmente continuamos, se muere la carne pero no nos morimos nosotras (…) como hace quinientos años que los españoles vinieron, masacraron, mataron, pero aquí estamos, quedaron algunas semillas”.
Aunque los pueblos indígenas lograron que en el Plan Nacional de Desarrollo, se posicionara el tema de la mujer, “muchos de los recursos que ahí se acordaron, no quedaron. Ese es un primer incumplimiento del Gobierno de Duque, vuelve a jugar la misma estrategia que jugó el gobierno de Santos”, afirmó Aida Quilcué Consejera de Derechos Humanos de la Organización Nacional Indígena de Colombia -ONIC-.
La Consejera indígena, también expresó que “la paz en los territorios después de la firma de los acuerdos de la Habana entre FARC y Gobierno, nunca llegó”, y agregó que, en algunos territorios si llegó, pero de manera muy corta.
Las mujeres indígenas, enfatizaron en la necesidad de fortalecer el conocimiento ancestral, para llevar a cabo una verdadera acción en la defensa de la familia, la comunidad y el propio territorio, donde las mujeres también reflexionen sobre el cómo crear otras alternativas en alianza con las autoridades y los propios pueblos para generar iniciativas económicas.
