Yanama, un pacto por la calidad de vida en La Guajira

cortesía: EPM

Gracias a su gran potencial energético, La Guajira pasa por un momento de grandes oportunidades que deberán traducirse en una mejora efectiva de la calidad de vida de los pobladores de este departamento del Caribe colombiano.

Para ello, comunidades indígenas, organizaciones internacionales, empresas públicas y privadas, las administraciones locales, y el gobierno departamental y nacional se comprometieron a trabajar de manera conjunta por la región.

Lo hicieron por medio del Pacto Yanama Intercultural para el Desarrollo Humano Sostenible y Buen Vivir de La Guajira que se firmó, de manera virtual, el primero de julio de este año por parte de 39 asociaciones, organizaciones y autoridades del pueblo wayuu, EPM, la Cámara de Comercio de La Guajira, el Grupo de Energía de Bogotá, Corpoguajira, AES Colombia, Uniguajira, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),  el Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Cultura y la Vicepresidencia de la República, con el liderazgo de la Gobernación de La Guajira.

“La Yanama es el nombre que le dieron las organizaciones wayuu a esta iniciativa y significa, en wayuunaiki, trabajo colectivo y colaborativo”, explica Blanca Cardona, gerente Nacional de Gobernabilidad Democrática del PNUD en Colombia, quien agrega que el compromiso cubre la Media y Alta Guajira, donde se desarrollan en la actualidad proyectos de energía eólica considerados clave para proveer al país de fuentes de energía renovable.

Cardona destaca que uno de los aspectos fundamentales es entender que el desarrollo en la región “debe tener una visión y una comprensión intercultural; si pensamos que el desarrollo se hace solo como lo vemos los que venimos de afuera sin tener en cuenta las realidades, necesidades y expectativas de la población, sin conocer los planes de vida, sin comprender las tradiciones, las formas cómo entienden y habitan el territorio y las formas de gobernanza para la toma de decisiones, entonces no vamos a lograr que esas nuevas posibilidades que ofrece la coyuntura actual transformen realmente el territorio”.

Y es que La Guajira requiere de planes concretos y efectivos para superar sus problemas. “A pesar de que ha tenido oportunidades de crecimiento económico, está hoy en día con una situación crítica en varios niveles. Por ejemplo, Uribia es el municipio más pobre todo Colombia con un índice de pobreza multidimensional de 92%, algo inadmisible si tenemos en cuenta que la meta nacional es del 11%; y en Manaure está en 82%, en Maicao en 60%, en Riohacha en 45%”, explica la funcionaria del PNUD, al reiterar la importancia de Yanama.

La iniciativa se plantea cinco líneas de trabajo que se desarrollarán en el mediano y largo plazo. La primera es el fortalecimiento del pueblo wayuu, que es la punta de lanza; la segunda es de medios de vida sostenible y autonomía alimentaria mediante el impulso a las artesanías y al turismo; la tercera es el robustecimiento de la institucionalidad mediante su vinculación en todos los proyectos; la cuarta se refiere al acceso al agua potable, para el que ya hay una estrategia del Gobierno Nacional, y la quinta tiene que ver con la reflexión sobre los procesos de participación, concertación y consultas previas para los distintos proyectos que se llevan a cabo en el territorio.

Cardona asegura que el propósito “es que los distintos actores de la Yanama aprendan del otro cómo hacer una gestión de las tensiones y diferencias de una mejor manera, para lograr acuerdos de consenso para el desarrollo humano del territorio”.

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