Las comunidades indígenas de la Alta son las más afectadas. Juya no las ha visitado y las políticas públicas no los alcanzan. La extracción de los pozos o el almacenamiento son insalubres
Ana Karolina Mendoza
@AnaKarolinaMP
Riohacha, Colombia. La Guajira tiene al Norte el Caribe y al Sur, los ríos que bajan la Sierra Nevada de Santa Marta. Dos polos opuestos que también se reflejan en la composición de las aguas que llegan a los hogares del Departamento que Juya (Padre Lluvia) no ha visitado lo suficiente en los últimos tiempos.
En los municipios del Sur -Villanueva, Fonseca, La Jagua del Pilar, El Molino, Distracción, Hatonuevo y San Juan del Cesar- que conforman la Baja Guajira el recurso hídrico es abundante, porque bajan de los ríos que nacen en la Sierra Nevada, asegura Malka Moreno, directora del Instituto de Estudios Ambientales y Aprovechamiento del Agua de la Universidad de La Guajira. Estas aguas son dulces y tienen más posibilidad para ser consumidas en los hogares. Las comunidades kogui y wiwas se benefician de ellas.
En Maicao y en Riohacha los problemas de agua no son por la cantidad del recurso, sino por los sistemas de distribución, considera la investigadora. En esto influye también la explotación minera por el desvío de los afluentes del río Ranchería que, además del río Tapias, son los surtidores de agua para ambos municipios. El agua es turbia y puede presentar sabor a tierra.
Escasez natural
En la Alta Guajira no hay esa disponibilidad de recurso hídrico. Las organizaciones públicas se han abocado a buscar fuentes para el suministro de agua a través de los pozos para los que, a veces, no se hacen con los estudios pertinentes y rigurosos. Muchos de ellos están abandonados o no están funcionando. O cuando los hacen se dan cuenta de que el agua no es posible consumirla por su alto contenido de sales.
En la investigación Estudio de la calidad del agua para uso y consumo humano en las zonas rurales del municipio de Uribia, desarrollada en 2015 por María Castro y Oscar Echandía en la Universidad de La Guajira, se determinó que el agua de la Alta contiene un porcentaje alto de alcalinidad, de hierro, de turbidez. Esto se debe a que es extraída de pozos subterráneos y el 50 por ciento de la población obtiene el líquido de esta manera.
El tema de las costumbres influye también en el almacenamiento del agua. Comunidades como Merrachon, Omochon, Polvorín Dividivi, entre otras, excavaron jagüeyes para verter el líquido que también lo consumen animales ovejos, chivos, burros.
El trabajo no es solo de Juya. El Estado y las comunidades deben involucrarse y coordinar las labores con el agua para que mejore la calidad de vida de los guajiros, principalmente de las comunidades indígenas de la Alta.
Enfermedades por agua
Las principales enfermedades transmitidas por el consumo del agua en la Alta Guajira, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son estomacales e intestinales, por la presencia de materia fecal en el líquido, como disentería amebiana, disentería bacilar y otros tipos de diarreas. También causan cólera, hepatitis A, fiebre tifoidea y poliomelitis.